Autónomo o Sociedad
Autónomo o sociedad, esta es una de las primeras disyuntivas que se les presenta a muchos emprendedores en el momento de poner en marcha su idea de negocio.
Esa pregunta a lo largo del tiempo tiene diferentes consideraciones a medida que la legislación de una y otra figura va cambiando. Mientras que hace unos años parecía más ventajoso el crear una sociedad mercantil, sobre todo teniendo en cuenta aspectos fiscales, en los últimos años esa ventaja ha quedado diluida por el cambio en la tributación de las retribuciones de los socios trabajadores y/o administradores.
La importancia de esta decisión radica en las consecuencias económicas, fiscales, de responsabilidad o de imagen, que conlleva. Muchos conocidos que han adoptado una u otra forma de llevar su negocio, nos hablarán de las bondades de una u otra, pero cada caso es único y es, teniendo en cuenta nuestras particulares circunstancias, lo que deberá servir para tomar la opción adecuada. Y en caso de duda hablar con un asesor teniendo en cuenta, que de partida, el coste de los servicios de asesoría fiscal, laboral, contable y jurídico en el día a día para un autónomo es inferior a los de una sociedad.
Iremos viendo en esta sección la problemática de esta decisión a lo largo del tiempo. También veremos algunas cuestiones que afectan al día a día fiscal, laboral o contable del autónomo, más allá de las características o trámites de sociedades que se ven en profundidad en otras secciones.
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