Hay varias formas de conseguir dinero para empezar tu propio negocio y vamos a resumir las principales fuentes:

  1. Ahorros personales: si dispones de ahorros en cuantía suficiente puedes utilizarlos para financiar tu negocio. También puedes acudir a los ahorros de las personas más próximas; nos referimos a las famosas 3 efes: family, friends and fools.
  2. Préstamos y créditos bancarios: muchos bancos ofrecen préstamos específicos para emprendedores que pueden ser una opción para financiar tu negocio. Sabemos que esta opción es normalmente complicada porque los bancos solo conceden financiación si no corren riesgos, es decir, si cuentan con garantías como algún bien inmueble, aval de terceros, o fondos suficientes procedentes del cobro de una nómina. No obstante, actualmente existen entidades, algunas de las cuales puedes ver en esta web, que ofrecen préstamos sin nómina.
  3. Inversores, business angels: la búsqueda de inversores que se interesen en tu negocio y estén dispuestos a invertir dinero a cambio de una participación en la empresa, es una fuente cada vez más utilizada, especialmente en determinados sectores. Las llamadas startups utilizan esta opción de forma habitual. Seguro que has oído la expresión “La startup XX ha levantado 100.000 euros en la segunda ronda de financiación”. Habitualmente se trata de empresas de base tecnológica en las que previamente los promotores han invertido tiempo y dinero y han llegado a un punto en el que resultan atractivas para atraer a esos inversores, que detectan una buena oportunidad para multiplicar su inversión.
  4. Subvenciones: algunas organizaciones y la administración (tanto estatal como autonómica y, a veces, local) ofrecen subvenciones a emprendedores para ayudarles a financiar su negocio. Las subvenciones realmente deben ser un plus, que, de llegar, alivien la carga financiera previa o sirvan para acometer nuevas inversiones. Esto es así ya que las subvenciones tardan en concederse y suelen estár sujetas a unas obligaciones exigentes que, en caso de incumplimiento, te obligarán a la devolución de las cantidades percibidas.
  5. Crowdfunding: el crowdfunding es una forma de financiación en la que varias personas aportan pequeñas cantidades de dinero a un proyecto a través de plataformas en línea. A cambio se les retribuye de forma simbólica de alguna forma. Puede ser, por ejemplo, con descuentos o con preferencia en el lanzamiento de prototipos del producto o servicio. Para la empresa es una buena forma de testar su modelo de negocio permitiéndole pivotar en base al feedback que reciban por los crowfunders.
  6. Crowlending:  en este caso funciona como el crowfunding, pero la diferencia es la forma de retribución que perciben quienes prestan dinero, cuya ganancia es un tipo de interés normalmente superior al del mercado.

Cada opción tiene sus propias ventajas y desventajas, las cuales iremos tratando en otros artículos.

Sí queremos darte algunos consejos que te vendrán bien a la hora de conseguir dinero para montar tu empresa:

  • Lo principal es que tengas un plan financiero con proyecciones realistas a corto y medio plazo tanto a nivel de resultados como de tesorería. Cuando decimos realista hablamos de realista pesimista. Puestos en el peor escenario evitaremos sustos por situaciones difíciles de solventar.
  • Si tomas dinero “prestado” de familia o amigos, sopesa bien a qué te obligas y que eso no suponga una fuente de conflictos. Debes ser honesto y hacer ver a quien te lo preste que puede que no lo recupere. Si son tus propios ahorros valora tu situación y mantén siempre un colchón de seguridad para no llegar a situaciones límite, en caso de que el negocio vaya mal.
  • Si acudes a préstamos y créditos bancarios, lee bien las condiciones, los importes que vas a tener que devolver y los plazos. Debes estar seguro de que tu idea de negocio será capaz de generar recursos suficientes para pagar gastos y afrontar las devoluciones de los préstamos.
  • Si te decides por inversores externos, asesórate por expertos en este tipo de operaciones para saber qué obligaciones supondrán para tu negocio recibir esas inversiones, tanto en cuanto a retribución económica de las mismas, como en cuanto a posibles pérdidas de control de tu empresa.
  • Aunque ya lo adelantamos, las subvenciones no son la panacea. Si tienes posibilidad de acceder a ellas, adelante, pero que no sean el motivo por el que te lances a montar tu negocio porque pueden tardar, no llegar, o, una vez que hayan llegado, verte obligado a su reembolso por no poder cumplir con las obligaciones que llevaban aparejadas.

Conseguir dinero para tu propio negocio no es fácil. Sacar adelante una nueva empresa no es sencillo tampoco. Tienes que ser consciente de que va a suponer un esfuerzo enorme por tu parte. La ilusión y la motivación es fundamental, pero la resiliencia y la capacidad de afrontar obstáculos emocionales y financieros, son cualidades que no deben faltarte para poder lograr tus objetivos empresariales.

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