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Es posible que desconozcas o no seas consciente totalmente de que la demanda de servicios de traducción jurada va en aumento y emprender como Traductor Jurado puede ser una buena opción.
Cada vez es más frecuente, por aquello de la aldea global en que vivimos, que para realizar algún trámite empresarial o personal, te pidan traducción de documentos, pero no cualquier traducción sino una traducción jurada.
Quien puede emprender como Traductor Jurado
Por mucho que domines dos idiomas, esto no es suficiente para que puedas ejercer como Traductor Jurado.
En España es preciso tener el título de Traductor -Intérprete jurado, lo que significa pasar un examen previo al que solo puedes presentarte si reúnes los siguientes requisitos:
-Ser mayor de edad.
-Tener nacionalidad española o de cualquier estado de la Unión Europea o Espacio Económico Europeo o de Suiza.
-Haber cursado y estar en posesión de un título universitario que no tiene necesariamente que ser el Grado de Traducción e Interpretación ( Grado, Licenciatura, Diplomatura, Arquitectura técnica o Ingeniería). Esta titulación puede ser española o, si hubiese sido obtenida fuera de España, estar homologada.
Estos requisitos deben cumplirse en la fecha en que termine el plazo para solicitar la admisión al examen y deben mantenerse.
Si reúnes los requisitos y pagas la tasa correspondiente ya puedes presentarte al examen. Hasta aquí la parte fácil.
Lo más difícil de cómo ser Traductor Jurado es la superación del examen. El contenido del mismo, los criterios de corrección, la composición del Tribunal examinador y la comunicación y demás información tendrás que consultarla en cada convocatoria.
La convocatoria depende del Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación y tendrás que estar muy atento si te interesa porque el plazo para la presentación de solicitudes no es muy amplio, suele ser de 20 días.
En las últimas convocatorias, la más reciente de 30 de abril de 2021, las pruebas tienen carácter eliminatorio y es imprescindible obtener la calificación de “apto” en cada una para pasar al siguiente ejercicio. Con la superación de todos los ejercicios y el período de prácticas estarás listo.
Otra forma de acceso a este título es el reconocimiento de la cualificación análoga que hayas obtenido en otro país de la Unión Europea o del Espacio Económico Europeo. En este caso tendrás que esperar a su homologación.
El nombramiento de los Traductores Jurados, su regulación, la expedición de los carnets identificativos, la homologación del título y la publicación de las listas de Traductor Jurado dependen de la Oficina de Interpretación de Lenguas, integrada en el Ministerio de Asuntos Exteriores.
Qué es una traducción jurada
La obtención del título de traductor-intérprete jurado no es sencilla porque su superación exige un alto grado de comprensión y expresión tanto oral como escrita en el idioma para el que te presentes.
¿Por qué tanta exigencia? Si tienes en cuenta que el Traductor Jurado va a ser quien con su firma certifica la exactitud de la traducción que realiza, que tiene la consideración de traducción oficial, seguramente entenderás por qué no cualquiera puede ser Traductor Jurado.
La traducción jurada es una traducción oficial, por razón de la persona que la realiza, y es la que normalmente se exige cuando se trata de traducir documentos oficiales tanto de empresas (certificados de cumplimiento de obligaciones fiscales o laborales, certificados registrales, estatutos sociales, etc.) como de particulares (certificado de nacimiento, fe de vida, entre otros).
Cuando hace falta una traducción jurada
La traducción jurada se exige cuando se refiere a documentos oficiales que deben surtir efecto en un país distinto del que los emite y cuyo idioma oficial no es en el que está redactado el documento.
Es habitual que sea necesaria para presentar los documentos de la empresa para concurrir a licitaciones, abrir cuentas bancarias o una sucursal en un país cuyo idioma no sea el español.
También son frecuentes las traducciones juradas de expedientes y títulos académicos, de testamentos, certificados de nacimiento, defunción, fe de vida, entre otros.
Funciones del Traductor Jurado
Pero las funciones del Traductor Jurado son más amplias. Además de las indicadas de carácter privado el Traductor Jurado puede desempeñar esas mismas funciones en el ámbito público, trabajando para Embajadas y consulados españoles, organismos internacionales, o para la Administración Pública
Qué tipo de trabajo realiza el Traductor Jurado
Entre las funciones que puede desempeñar, además de la traducción y transcripción de textos y escuchas, podemos citar la traducción e interpretación directa e inversa del idioma para el que se haya examinado; la traducción de textos legales, convenios y otros documentos empleados en las relaciones internacionales; interpretación en conferencias, visitas, …
Cómo contactar con un Traductor Jurado
Quien necesite un Traductor Jurado puede consultar directamente la lista de Traductores que publica la Oficina de Interpretación de Lenguas, donde podrá encontrar, entre otra información, los idiomas del traductor, la fecha de nombramiento, su número y los datos de contacto. Esta es la forma más segura de comprobar la condición de Traductor Jurado. Cuando este post se redacta la última actualización publicada es de 12 de noviembre de 2021.
Ni que decir tiene que si te planteas emprender como Traductor Jurado tendrás que realizar una buena campaña para darte a conocer porque a pesar de la publicación de la Lista antes mencionada, para llegar a la mayoría de los clientes la principal vía será internet.
Y si necesitas información sobre el tipo de ejercicios y ver los de convocatorias anteriores, consulta la información que te ofrece el Ministerio de Asuntos Exteriores.
¿Emprender como traductor jurado?
Con todo lo dicho anteriormente, si conseguimos acreditarnos como traductor jurado, se nos abre la posibilidad de:
1.- Trabajar para una empresa con contrato laboral
2.- Establecernos por nuestra cuenta ya sea en régimen de autónomos en la seguridad social y como profesional en el epígrafe 774 de la sección 2 de actividades profesionales en Hacienda.
3.- Realizar la actividad mediante una sociedad mercantil (SL o SA), si vamos a tener una infraestructura empresarial, con un local, trabajadores, etc. En este caso es necesario valorar la situación para determinar si no es mejor ser empresario individual o profesional , en vez de montar una SL. La legislación fiscal detecta los casos en los que profesionales ejercen la actividad vía sociedades para intentar pagar menos impuestos.
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