Hay un factor ambiental en las condiciones de trabajo al que no siempre se le da importancia y que, sin embargo, puede producir daños físicos más allá de los que pudieran ser evidentes. Nos referimos al ruido en el trabajo, un factor de riesgo laboral “silencioso”.
Si nos preguntamos donde hay un elevado nivel de exposición de ruido en el trabajo seguro que enseguida pensamos en el personal que vemos en nuestras calles manejando sopladores de hojas; en quienes trabajan en una discoteca; en los trabajadores del sector de la construcción que están en las obras; en todo el personal que trabaja a pie de pista en el aeropuerto, como los señaleros que, entre otras funciones, guían a los aviones a su lugar de estacionamiento, o los controladores aéreos.
Sí, esos son algunos ejemplos claros, pero hay otros muchos trabajos que pasan más inadvertidos a pesar de estar considerados entre los que tienen una exposición al ruido que supera los 85 dB durante largos períodos de tiempo, lo que es perjudicial para la salud y puede producir pérdida de audición. En estos se incluyen los trabajos de carpintería; mensajería y reparto en moto; jardinería; peluquería; profesorado de guardería.
Pero incluso en las oficinas, donde el nivel de ruido en el trabajo no debe superar los 55 dB, el exceso de ruido provocado por las conversaciones cruzadas, las reuniones simultaneas, presenciales ante mesas de dirección o por videollamada, el sonido de los teléfonos fijos y móviles, de las impresoras, destructoras de papel o copiadoras puede crear situaciones de exceso de ruido que pueden provocar ansiedad y falta de concentración.
Como señala la Organización Internacional del Trabajo (OIT), el ruido en el trabajo es un factor de riesgo laboral que puede provocar daños auditivos permanentes e incapacitantes. Y esto puede ser el resultado de un proceso de exposición al ruido durante períodos largos de tiempo o de ruidos repentinos y fuertes.
Además de la pérdida de audición los daños derivados del ruido en el trabajo pueden producir trastornos del sueño, consecuencia de los tinnitus (pitidos, zumbidos o murmullos en los oídos) y según algunos estudios las vibraciones son un factor de riesgo asociado a trastornos musculoesqueléticos.
Y en determinadas situaciones el ruido puede afectar a las comunicaciones y avisos y provocar lesiones o incluso la muerte.
Reducir el ruido en el trabajo es de vital importancia en todos los casos si bien la detección, prevención y solución será diferente según la actividad de cada empresa.
¿Cómo saber si hay un problema de ruido en el trabajo?
Probablemente los problemas de ruido pasan más inadvertidos en aquellos trabajos en los aparentemente ni se sospecha que existen.
Si tienes contratado un servicio de prevención de riesgos laborales (SAP o servicio de prevención ajeno) sus profesionales son los que realizarán una evaluación del nivel y duración de la exposición al ruido en relación con los límites establecidos y a partir de la evaluación identificarán el programa de prevención para eliminarlos o reducirlos al mínimo posible.
Si por tu actividad y número de trabajadores no estás obligado a contar con un SPA y tú asumes las funciones de prevención, puedes recurrir a la información que proporciona la OIT o el INSST ( Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo). Entre los contenidos destacados del INSST puedes consultar la Lista de comprobación ergonómica que incluye algunas soluciones para mejorar la seguridad, salud y condiciones de trabajo, o el Manual para la evaluación y prevención de riesgos ergonómicos y psicosociales en las PYME.
Y puedes consultar el Real Decreto 286/2006, de 10 de marzo, sobre la protección de la salud y la seguridad de los trabajadores contra los riesgos relacionados con la exposición al ruido, donde se establecen los valores límite de exposición y valores de exposición que dan lugar a una acción, referidos a los niveles de exposición diaria y a los niveles de pico, que se fijan en:
- Valores límite de exposición: LAeq,d = 87 dB(A) y Lpico= 140 dB (C), respectivamente;
- Valores superiores de exposición que dan lugar a una acción: LAeq,d = 85 dB(A) y Lpico = 137 dB (C), respectivamente;
- Valores inferiores de exposición que dan lugar a una acción: LAeq,d = 80 dB(A) y Lpico = 135 dB (C), respectivamente.
LAeq,d= Nivel de exposición diario equivalente
Al final es un documento técnico que deben interpretar los especialistas, pero queríamos dejar reflejo a efectos informativos.
En los espacios de oficina es donde no debería resulta muy difícil adoptar medidas que minimicen el ruido en el trabajo. Algunas de estas medidas pueden ser:
-Habilitar una o varias áreas separadas del resto, con materiales aislantes, destinadas a lugar de reuniones o de trabajos que requieran de mayor concentración.
– Distribuir el mobiliario de forma que actúe como aislante entre zonas de trabajo.
– Distribuir los puestos de forma que los trabajadores que hagan un mayor uso del teléfono o realicen trabajos que produzcan más ruidos se separen del resto.
-Ubicar las impresoras, copiadoras y aquellas herramientas que produzcan más ruido en el lugar más alejado, y si es posible y en una sala aislada del resto.
– Utilizar un canal de música tranquila como ruido blanco que enmascare los ruidos de conversaciones y similares.
Recuerda que el ruido en el trabajo es una agente que contamina e ambiente y puede causar alteraciones del comportamiento. Es uno de los factores de riesgo laboral a los que no siempre se presta la debida atención pero que debe ser tenido muy en cuenta.
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