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“La publicidad por correo postal ha muerto”, seguro que has pensado muchas veces, cuando en tu día a día compruebas como todas las comunicaciones parecen haberse centralizado en email, whatsapp, messenger, redes sociales varias, etc. Pero no es así. La publicidad por correo postal no ha muerto, y vamos a contarte porque sostenemos esta afirmación. ¿Empezamos?
Toda idea de negocio arranca y se pone en marcha con el objetivo de hacerse un hueco en el mercado, ganar clientes y crecer. Y como este es un objetivo común a todas las empresas, es fundamental desarrollar una gestión comercial a partir de una planificación comercial y de marketing.
Especialmente en las empresas con un tamaño pequeño, donde no existe un departamento encargado de diseñar las estrategias corporativas con las que se alinean objetivos y decisiones de todos los departamentos, la planificación comercial y de marketing es como la carta de navegación que marca hacia donde se dirige la empresa, a qué mercado, con qué servicios y/o productos, con qué precios y con qué medios o herramientas publicitarias.
La aparición de internet y las nuevas tecnologías han permitido nuevos métodos de venta por la incorporación del marketing digital, con los que empresas de reducido tamaño pueden competir y estar presentes en mercados a los que sin dichas tecnologías no habrían podido asomarse.
El marketing digital ofrece ventajas indudables frente a las formas de marketing tradicional como los medios impresos y vallas, por citar solo algunos, pero no siempre es el más adecuado o no tiene por qué utilizarse como sustituto del tradicional.
Teniendo en cuenta que el marketing digital utiliza internet como canal de comunicación resulta claro que sus resultados van a depender del tipo de cliente y de cómo interactúe con las redes sociales (Instagram, facebook…), con las plataformas digitales o buscadores. Si el perfil del cliente no es tecnológico el marketing digital no logrará los máximos resultados con lo que habrá que plantearse también utilizar el tradicional aunque este pueda requerir una inversión mayor y su impacto no pueda medirse de igual manera por la ausencia de datos automatizados sobre la reacción del cliente.
Recurrir a acciones de marketing directo tradicional como complemento de las digitales puede ser una buena decisión. Distribuir folletos o enviar publicidad por correo postal incluso puede ser un elemento diferenciador frente al email marketing.
Por poner algún ejemplo, lo que hoy es una conocida empresa de reparto de pan a domicilio comenzó a darse a conocer recurriendo al marketing directo vía publicidad por correo postal entre los vecinos de la localidad que iban a ser sus primeros clientes. Se trataba de crear la necesidad de sus productos y servicios en un ámbito espacial muy concreto por lo que había que concentrar los recursos económicos en un acción muy dirigida.
De la misma manera, si tu negocio está orientado a una clientela muy local, por ejemplo porque eres una autoescuela o un centro de estética, recurrir al correo tradicional o al buzoneo de flyers y otros formatos, para recordar a tus clientes o potenciales clientes, que sigues estando en el vecindario, es una buena opción.
Pero no solo en casos como estos una acción tradicional de publicidad por correo postal puede ser más efectiva que una acción de email marketing o anuncios geolocalizados en Google Adwords.
Hoy en día tenemos un correo electrónico saturado de spam o correo “deseado” que no nos da tiempo de leer, unas redes sociales con muchas distracciones que vemos de pasada cuando ya no prestamos atención efectiva a un dispositivo electrónico.
Sin embargo, en nuestro buzón de correos, tanto el del trabajo como el particular, aunque seguimos teniendo los típicos folletos, que podemos ver o no, cada vez tenemos menos cartas y las que recibimos, salvo que las identifiquemos como facturas, suelen captar nuestra atención.
Aquí tenemos una oportunidad de llegar a nuestro destinatario, de hacerlo sin spam, causando curiosidad. Y, si además, en lugar del habitual sobre americano de color blanco nuestro mensaje lo enviamos, por ejemplo, en un sobre cuadrado y de color verde, ¿no crees que su receptor dedicará un tiempo a abrirlo y leerlo?
Y ¿qué me dices si además tu target es un público no tecnológico, sino que es de la generación de los “Baby Boomers” o de un porcentaje importante de la Generación X?
Estas generaciones aparte de facturas y extractos del banco, recibían cartas de familiares, de amigos, con lo cual si en estos tiempos reciben correo tradicional seguramente se activará su lado emocional.
A todos nos agrada recibir una carta con una bonita tipografía y un sobre no usual, y cuanto menos sentiremos curiosidad por el mensaje y su emisor.
Anímate a preparar un gran contenido, envuélvelo en un buen continente, y lánzalo a competir con el email marketing, las notificaciones de Messenger y la publicidad incrustada en Instagram.
Usa esta calculadora de tamaños de sobres para que, según el contenido del envío que vayas a realizar, sepas cual es el más adecuado. No es lo mismo enviar un catálogo de peletería que una memoria USB o pendrive, un calendario o una tarjeta descuento o de promociones.
Y, de paso, ten en cuenta lo de las formas y colores para captar toda la atención de tu lector. No somos los únicos que creemos fervientemente en la publicidad por correo postal. En este artículo nos dan 9 razones para convencernos de que el papel sigue vivo, eso sí, reciclado si es posible.
También pueden serte útiles algunos consejos para preparar tu carta comercial y conocer los servicios de marketing profesionales
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