Sastrería Cornejo es un negocio familiar que fue fundado en 1920 por Humberto Cornejo a partir de una pequeña colección de disfraces que le regalaron. En los años 60 se abrió al exterior participando en producciones cinematográficas de renombre como El Cid, La caída del Imperio Romano o 55 días en Pekín. Pero fue con la película de Doctor Zhivago en 1965 cuando obtuvo el máximo reconocimiento con la obtención del Oscar al mejor Diseño de vestuario.
Alrededor del año 1998 se produce la incorporación de la cuarta generación familiar. Los integrantes de esta generación son ya titulados universitarios, que se llegan a plantear en algún caso el continuar o no con la tradición de un negocio familiar, en principio exitoso. En esta situación se encontró por ejemplo María Ortega Cornejo, biznieta del fundador.
Ella, titulada en historia del arte se encontró, al terminar su carrera sin saber muy bien a que dedicarse en el futuro, no teniendo claro si el negocio familiar iba a cumplir sus expectativas profesionales.
María, decidió dar una oportunidad al negocio familiar quedándose un verano a trabajar en la empresa. De esta forma podría valorar, desde dentro, viviendo el día a día si estaba preparada y le gustaba pertenecer, y dar continuidad junto al resto de familiares, al proyecto que hace años empezó su bisabuelo.
Según expresa en el vídeo, experimenta algo muy habitual en los negocios familiares, «Al ser un negocio familiar los problemas te los llevas a casa» comenta. Efectivamente, aunque creemos que no es exclusivo de los negocios familiares, sino más bien algo común a los empresarios en general.
Lo que ocurre es que en negocios familiares formados por, padres e hijos o parejas, que conviven, esta sensación de no desconectar es mayor, puesto que en cualquier momento te surgen ideas, dudas o cuestiones relacionadas con la empresa que difícilmente puedes dejar de compartir.
Si estás pensando en emprender, debes mentalizarte desde el principio, que al ser tú quien debe «tirar del carro» de la empresa, tu mente tendrá menos espacio para la desconexión, que el que otros profesionales o trabajadores, si disfrutan.
Pero es necesaria esa desconexión, esos momentos para recargar energía dejando a un lado las preocupaciones del día a día. Por otra parte esos momentos suelen ser, de forma inconsciente, muy productivos a la hora de volver a la rutina empresarial.
Puede que al ser un negocio ya establecido no debamos considerar a dirigentes, como María, como emprendedores, en el sentido que si tienen los que arrancan un negocio desde cero. Pero aun sin ser emprendedores puros, lo son en el sentido de tomar las riendas de su propio destino, afrontando los problemas del día a día de un negocio y debiendo tomar las decisiones que hagan que la empresa, mejore y prospere o por el contrario se estanque o incluso desaparezca.
Por tanto debe haber un componente alto de lo que consideramos como espíritu emprendedor para poder abordar con éxito la empresa cuya gestión heredan. Ese espíritu debe incluir el deseo de mejorar cada día, de formarse continuamente, y de sacrificar a veces parte de su vida privada por el mantenimiento y mejora del proyecto que lideran.
Y deben haberlo hecho bien ya que, en la actualidad, asegurado hasta el momento el relevo generacional, que es uno de los problemas más significativos a los que se enfrenta la empresa familiar, Sastrería Cornejo está presente, a través de las series y películas a las que proporciona el vestuario de época que confecciona, en numerosos países del mundo.
Ojalá que veamos el quinto relevo generacional y podamos conocer cual es su secreto, para que generación tras generación, los jóvenes quieran ponerse al frente del negocio familiar. Imaginamos que algo tendrá que ver la magia del cine y del teatro, y tener la satisfacción de sentirse parte de ese mundo mágico.
Puedes conocerlos con más detalle en su página web www.sastreriacornejo.com
Fuente. EmprendedoresTV (Youtube)
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