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Cuando se habla de financiar nuevas empresas, tanto las denominadas start-up como las que están alejadas de este concepto, siempreaparecen una serie de fuentes de financiación “típicas”.
A la hora de obtener financiación para emprendedores, escuchamos como vías para obtener fondos, entre otras, las siguientes: subvenciones, préstamos participativos, fondos de capital riesgo, financiación bancaria, businessangels, crowdsourcing, las tres efes (fools, family and friends)
Viendo esa lista nos topamos con la financiación bancaria. Llegados a este punto, si eres un emprendedor o empresario que lleva algo de recorrido seguro que has pensado “¿financiación bancaria? ¿Estás de broma?”.
Efectivamente, la financiación bancaria en nuevos proyectos, sean de mayor o menor riesgo, es una opción que, en circunstancias normales, nadie tiene en cuenta. Como la mayoría sabe, los bancos no suelen aprobar operaciones si no cuentan con un respaldo que garantice la operación de alguna manera.
Esa garantía, que nos permite financiar nuevas empresas, puede ser una nómina elevada, un activo inmobiliario, acciones o fondos de inversión que se pignoran o avales de otras personas que tienen solvencia económica.
Pero,¿y si no tenemos esas posibilidades de garantía?¿Si no tenemos quien nos avale, es factible conseguir un Aval?
Afortunadamente, y gracias a Con Aval Sí, un proyecto de las Sociedades de Garantía Recíproca (SGR), esto es posible. Estas sociedades posibilitan el acceso al crédito en mejores condiciones de plazo y de tipo de interés a las pymes y autónomos, consiguiendo la financiación para sus proyectos.
¿Quiénes forman las SGR?
Las Sociedades de Garantía Recíproca están formadas por socios partícipes y socios protectores.
Dentro de la categoría de socios partícipes se encontrarían las pymes o autónomos, ya sea bajo la forma jurídica de sociedad o de empresario individual. Serán los que se beneficien de la operación de financiación.
En la categoría de socios protectores encontraríamos a Administraciones Públicas, Asociaciones, Cámaras de Comercio o Entidades de Crédito, que son las que aportarían los recursos mejorando la solvencia de las SGR.
¿Cómo puedo formar parte de una SGR?
Es posible que estés pensando que acceder a este tipo de sociedades debe ser complicado o costoso, siendo al final algo accesible a emprendedores y proyectos que cuenten, de partida, con un capital mínimo.
Pues no. El acceso es sencillo para cualquier tipo de pyme o autónomo. Sólo hay que realizar una solicitud para ser socio y abonar, eso sí, unas cantidades mínimas que son perfectamente asumibles, pagaderas al conseguir la financiación.
¿Qué coste tiene entonces obtener un aval por parte de una SGR?
El coste del AVAL va a depender de tres variables:
- Cuotas sociales. Las cuotas sociales son proporcionales al aval que se solicita. El abono del importe para obtener esa participación en la sociedad es requisito indispensable. La peculiaridad es que tendremos derecho al reembolso de estas cuotas sociales cuando se extinga el aval. Po lo que es recuperable una vez se liquide totalmente la operación avalada.
- Comisiones o gastos de estudio. Este concepto es conocido y es similar al que las entidades financieras cobran para préstamos hipotecarios o al consumo. El pago podrá ser a la solicitud o en el momento de la formalización.
- Comisión por el AVAL. Normalmente pagado con periodicidad anual, suele estar en función del riesgo vivo del crédito avalado.
¿Qué ventajas tiene acudir a la financiación de la mano de una SGR?
Algunas ya las hemos comentado en el punto anterior y son las referidas a la obtención de mejores condiciones por parte de las Entidades Financieras.
Además, nos ofrecerá la posibilidad de contar con el apoyo de expertos que nos asesoren y guíen en todo el proceso.
¿Qué tipo de Avales existen?
Existen los llamados avales financieros y los avales técnicos. En el caso de financiar nuevas empresas, los más adecuados serían los avales financieros:
- Financiación para emprendedores.
- Préstamo de circulante (tesorería para nóminas, proveedores, etc).
- Préstamos de inversión (Inversión en activos fijos: maquinaria, equipos informáticos o medios de transporte).
- Pólizas de crédito (para afrontar desfases transitorios de liquidez por diferencias entre los flujos de cobros y de pagos).
- Leasing y factoring.
Los avales técnicos serían aquellos que garantizan compromisos no dinerarios con la Administración o terceros. Son muy habituales los destinados al anticipo de subvenciones, fianzas y licitaciones internacionales.
¿Realmente están funcionando las SGR o son algo inaccesible?
Claro que funcionan y están operativas, pero son un instrumento que seguramente precisa mayor difusión entre emprendedores y empresas. Muchas personas no conocen esta opción tan interesante que permite acceder a financiar nuevas empresas. En esas primeras etapas, contar con esta posibilidad puede abrir las puertas y las posibilidades a muchos proyectos que, de otra forma, estarían abocados al fracaso.
Como ejemplos de la utilidad de estos avales, os remitimos a algunos casos de éxito de emprendedores y empresas que se han beneficiado de las Sociedades de Garantía Recíproca. Son casos reales que se extienden por todas las Comunidades Autónomas de nuestro país. No lo dudes, y no dejes de informarte de esta interesante opción para financiar nuevas empresas.
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